Si tu intensión es tomarte la fotografía como una actividad seria y estudiarla a profundidad, una de las cosas fundamentales es saber el comportamiento de la luz, especialmente cómo hacer uso de ella. El triángulo de iluminación es uno de los conceptos básicos que forma parte de la fotografía.
Se trata de una forma geométrica ideal para conseguir la claridad deseada para casi cualquier tipo de fotografía, especialmente los retratos. Al conocerla y saber cuál es su comportamiento, lograrás sacar el mayor provecho de ella para emplearlo como quieras.
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Cómo hacer el triángulo de iluminación en fotografía
Su nombre no está de más, se trata precisamente de colocar tres puntos de luz en forma de triángulo con la finalidad de que todas se complementen entre sí. Hay una luz principal que será frontal, de tal manera que ayudará a exponer lo que deseemos capturar; sin embargo, al usarla sola creará sombras desagradables que debemos evitar.
Esta es la razón por la que será necesario colocar un segundo foco de luz en su lado opuesto, pero en este caso la intensidad de luz será un poco menor que la principal. Si, por ejemplo, la luz principal se coloca se ha colocado hacia la derecha, esta segunda luz se ubicará a la izquierda.
Necesitarás un tercer foco de luz de fondo que generará esta triangulación funcionando como un contraluz generando profundidad a la imagen a capturar, bien sea un objeto, un retrato o a fin.
Las funciones de los puntos de luz
No existe nada mejor que poner en práctica algo que realmente nos gusta. Es por ello que si estás iniciando en la fotografía te sugerimos que no te quedes con esta información, sino que vayas y la pongas en práctica. Podrás comenzar con fotografía de objetos y luces pequeñas, incluso de teléfonos para ir observando el comportamiento de cada una de ellas.
Luz principal
La luz principal será la que te aportará mayor cantidad de iluminación, por ello deberás tomar esa luz que sea más intensa. El ángulo perfecto para la ubicación de ésta será de 30 a 45 grados con respecto a la cámara. Las texturas se destacarán más mientras mayor sea el ángulo, todo dependerá de lo que quieras lograr.
Contraluz
La luz que generará el contraluz debe ubicarse justo detrás de la escena que se fotografiará. Alrededor notaremos cómo se generará un pequeño reborde del sujeto u objeto a capturar, esto es lo que ayudará a separarlo del fondo generando profundidad. En este caso, considera que la potencia debe ser un tanto más débil que la luz principal.
Luz de relleno
Todos los fotógrafos no solo pasamos por estas prácticas, sino que nos casamos con ella como un modo básico para la creación de imágenes perfectamente iluminadas. Aunque progresivamente iremos jugando con ellas y descubriendo otras formas de iluminar y crear diferentes efectos.
Con las dos luces antes mencionadas no será suficiente, necesitarás una luz de relleno que acompañe de contraposición para evitar que surjan sombras. Asimismo, ayuda a suavizar las zonas oscuras. En este caso se debe colocar a 90 grados con respecto al eje de la ubicación de la luz principal con el sujeto u objeto a retratar.
También llamado Triángulo de Rembrandt
Es importante destacar que el mundo de la fotografía adoptó muchos elementos compositivos de la pintura, por lo que ambas mantienen una relación que las une, aunque no las iguala. Los pintores, tanto como los fotógrafos, tienen la capacidad de inmortalizar momentos, e incluso crearlos a partir de su imaginación, aunque empleen técnicas diferentes.
Las imágenes, tanto pictóricas como fotográficas parten de la idea de trasmitir sentimientos específicos especialmente porque logran ver más allá. Si has decidido entrar a este mundo, recorrerlo será gratificante, no necesitamos más que ver y ganas de aprender y seguir viendo incluso más allá de lo aparente: mirar los detalles.
Esta técnica de luz que suele usarse en la iluminación artificial de la que venimos hablando, fue referente de la pintura barroca usada en gran medida en los retratos, y que además de llamarlo triángulo de luz, se conoce también como triángulo de Rembrandt. Si quieres saber por qué, continúa leyendo.
El pintor barroco Rembrandt del que proviene esta técnica de luz
Rembrandt Hermenszoon van Rijn fue uno de los pintores holandeses barrocos más representativos en su tiempo quedando como uno de los grandes de la historia del arte, y aún más de Holanda. Con tan solo 25 años ya era muy conocido en Ámsterdam donde moriría a los 63 años en 1669.
Son los grandes autorretratos que realizó Rembrandt por los que es conocido donde particularmente notamos los cambios faciales a través de su envejecimiento, ejecutados con gran maestría, llevándonos a conocer todo el cambio financiero por el que pasó durante su vida.
Lo más particular que encontramos y tomamos de sus autorretratos, es el manejo de la luz con su juego de luces y sombras extraordinario. En cada uno de ellos podemos acercarnos al triángulo de luz del que ya sabemos, especialmente al notarlo debajo de sus ojos, tanto como de la nariz, y los detalles en general.
¿Qué es el triángulo de Rembrandt?
Hasta ahora ya debes tener perfectamente aclaradas las dudas respecto al triángulo de luz. Pero veamos un poco más de cerca los detalles que surgen con el triángulo de luz, pero al estilo de Rembrandt, en el que existe un perfecto juego de luces y sombras definidas a la perfección.
En este caso, la técnica consta del uso de una luz lateral para lograr iluminar completamente una parte del rostro específicamente, mientras el lado opuesto queda una sombra que se genera por la nariz al bloquear el paso de la luz. Es aquí donde el triángulo se crea justo debajo de la mirada, tal como en casi todos sus autorretratos barrocos.
¿Cómo aplicar esta técnica de iluminación?
Una de las cosas que le da fama a esta técnica de iluminación para fotografía es la capacidad que tiene de crear retratos con apariencia natural, pero con el empleo de muy poco equipo. Solo con tener una lámpara, un reflector o un flash será suficiente; sin dejar de lado la cámara propiamente.
Tendrás una luz principal tal como es característico en estos triángulos de iluminación, la cual deberás colocar de manera lateral y por encima de los ojos del modelo a retratar. Es así como podrás lograr el triángulo que se forma debajo de los ojos del modelo.
Asimismo, debes considerar que tal triángulo no debe ser de mayor tamaño que el ojo, no en anchura. Es por ello que nuevamente te sugerimos hacer las prácticas que sean necesarias hasta lograr el objetivo. Esto lo harás con acercar o alejar la luz, así como ir subiendo y bajando la potencia de la luz o el flash, incluso graduando la cámara de manera adecuada para estas fotografías.
Si deseas una luz más suave, siempre podrás hacer uso de un softbox para lograrlo. Una vez tengamos en una adecuada ubicación nuestra luz principal, debeos montar la siguiente luz de relleno. Esta la puedes lograr con un simple reflector. Debes colocarla en su lado opuesto y a media altura, con la intención de suavizar las sombras de esas partes que estén menos iluminadas.
Según el color que uses para reflejar más luz, bien sea dorado, plateado o blanco, así como el ángulo en el que lo ubiques. Es por ello la gran importancia que tiene que siempre estés al tanto de la luz y de que sea solo de relleno para evitar que todo el efecto que estás buscando del juego de luces y sombras se pierda.
La clave para una perfecta iluminación Rembrandt
Es el triángulo de iluminación en sí mismo, la clave fundamental para lograr un efecto de Rembrandt adecuado. Es importante que no se pierda con la luz de relleno, y que no se pierda, tampoco, al verse marcado excesivamente; a no ser que sea la intensión que tengas.
Otra de las cosas que puedes lograr es dirigir una luz al fondo del sujeto para perfilarlo y separarlo del fondo, tal como explicamos al inicio en relación al triángulo de iluminación. Cada uno de los principios fundamentales de iluminación lo estarás empleando con esta técnica.
Aunque creas con todo esto que es muy sencilla, tendrás que ponerlo en práctica, especialmente porque el tiempo que requiere y la dedicación es mucha, así como mucha paciencia.
Recomendaciones adicionales
En caso de que no poseas un equipo de iluminación completo para iniciar estas prácticas, podrás comenzar con las lámparas que tengas en casa. La luz de relleno podrás crearla al rebotarla sobre una hoja de papel que esté en blanco. Si no tienes algún modelo que pueda ayudarte, usa un muñeco o un peluche que funcione para generar las prácticas.
Estos ejercicios son muy importantes para conocer los fundamentos básicos de la iluminación tanto en fotografía como en cine, incluso, y efectivamente en la pintura. Si vas a iniciar de manera activa en la fotografía, esto te ayudará a tener muchas más herramientas para poner en práctica de manera creativa todas aquellas ideas que vengan a tu cabeza.
También llamado ‘iluminación de tres puntos’
Cuando inicias en la fotografía los primeros conceptos de iluminación vienen dados por la naturaleza. Las primeras prácticas son al aire libre en el que te llevarán a entender el comportamiento de la iluminación solar ante nosotros. Es allí cuando comenzarás a relacionarte con las horas ideales para hacer o no determinadas fotografías.
Sin embargo, la iluminación artificial también es posible generar efectos similares al sol, pero en un espacio cerrado. Es por ello de gran importancia que aprendas a hacer uso de ella, considerando, además, que en invierno tendrás un comportamiento muy diferente y quizás esas fotografías que querías hacer, no podrás hacerlo hasta que termine la temporada. Pero al saber hacer uso adecuado de la iluminación artificial, no tendrás que esperar demasiado.
La iluminación en tres puntos, efectivamente, es la que ya hemos mencionado, con una luz principal, una de relleno y una trasera (a contraluz), lo que no te habíamos dicho hasta ahora es que no tendrá que estar obligatoriamente compuesta por las tres luces que ya hasta ahora conoces.
Esto quiere decir que podrás tener diferentes tipos de luces, aunque tres, pero diferentes a las ya mencionadas. Te quereos decir, entonces, que solo tendrás que conformar la luz con tres puntos donde así lo consideres para crear otros efectos diferentes.
Luz secundaria, luz de relleno o fill light
En este caso, tenemos una iluminación cuyo fundamento es rellenar las sombras más duras dejadas por la luz principal en el sujeto u objeto iluminado. En este caso no será obligatorio dejar sombras uy acusadas, sin que sea estrictamente necesario que sean suavizadas o rellenadas. Tenemos libertad para crear.
Con esto tendrás que la luz secundaria ayuda a suavizar o rebajar las sombras generadas por la luz principal, aunque sin que sea obligatorio. Si estás buscando una iluminación dura (perfectamente aceptable) podrás prescindir de una luz secundaria.
Si, por otro lado, tu luz principal no es demasiado dura, pero es justamente lo que estás buscando, de igual manera podrás no depender de una luz secundaria. A medida que se generen las prácticas, podrás ir decidiendo lo que deseas y lo que no, siempre que no se generen aberraciones o similares.
Luz principal, luz clave o key light
La luz principal también es llamada key light en inglés, o también luz clave, es la que aporta la mayor fuente de luz al objeto a fotografiar y, por lo tanto, la de mayor importancia. Logra, en pocas palabras, que el sujeto a capturar esté correctamente expuesto.
Aunque sea irremediablemente imprescindible para casi todo tipo de iluminación, no necesariamente es así al 100%, especialmente al considerar situaciones en las que quizás deseemos no esté expuesto correctamente. Uno de los casos podría ser el contraluz en una máxima potencia, por ejemplo.
Otro de los ejemplos que podemos considerar en fotografía en las que esté ausente esta luz principal, es en clave baja, donde el objetivo fundamental es precisamente prescindir de la luz principal para crear mucho más dramatismo.